La
crisis económica en España tiene un origen relativamente fácil de contestar.
Todo viene siendo un proceso progresivo desde la finalización de una nefasta
dictadura (1939-1975), en plena crisis del petróleo y con una situación
institucional débil debido al intento de golpe de estado de 1981. Gracias a los
Pactos de la Moncloa (1977) se aceleró la transición hacia una economía moderna
y democrática.
Con
la victoria del PSOE en 1982, se consigue el objetivo de la entrada de España
en la Unión Europea en 1986 finalmente. Todo ello trae consigo unas mayores
inversiones europeas y extranjeras. España en estos momentos era un país
atrasado, con poca productividad y baja cualificación de mano de obra,
industria protegida y anticuada y, sobre todo, un nivel de vida bastante bajo
respecto a los demás países europeos. Para buscar una solución habría dos
opciones:
- Apostar a largo plazo buscando un fuerte desarrollo del capital humano, esperando un mínimo de 10 años ( tiempo en formación de una persona), aprovechando los fondos de la UE.
- Apostar lo que tenemos. España es un país bastante avanzado en los sectores de turismo, la hostelería y la construcción.
El
modelo de crecimiento español parece agotarse tras los JJOO de Barcelona, la
Expo de Sevilla y la inauguración del tren de alta velocidad Madrid-Sevilla,
todo en 1992. Hay buenas infraestructuras y tasas de crecimiento altas pero no
hay tejido productivo moderno. España tiene el fallo de invertir mucho en
infraestructuras pero poco en la innovación.
También en 1992 se firma el Tratado deMaastricht que establece una política exterior y una política monetaria
común con la creación de un Banco Central Europeo en 1999. El 1 de enero de 1999 se
introduce el euro en los mercados financieros mundiales. Se adopta una política
monetaria con tipos de interés bajos que supone una entrada enorme de dinero en
los países del sur de Europa, incluida España.
La
victoria del Partido Popular (1996) lleva un paso más allá el modelo de
crecimiento de sol y construcción con la ley de liberalización desuelo que abarata la construcción. Se reduce el desempleo del 18.4% en
1996 al 10.3% en 2004. En este periodo existe una gran tasa de crecimiento que
sitúa a España en el top 10 de los países con mayores PIB per cápita. A largo
plazo, la política económica conservadora no traería efectos positivos.
En conclusión, los números actuales nos ayudan a mostrar que la economía española realmente está sufriendo un crecimiento importante, pero ¿podemos decir que nos encontramos ya fuera de la crisis económica? Empíricamente escuchamos mucho que España ya se encuentra fuera de la crisis. Si nos ponemos a pensar en la situación de España antes de entrar en período de recesión, nos encontrábamos entre los 10 países con mayor PIB per cápita del mundo, por lo que podemos afirmar que España tiene más capacidad de la que aprovecha. Con estos últimos datos, no creo que podamos decir que verdaderamente España se encuentre ya fuera de este período de crisis económica, en el que sigue sumergido en la actualidad, aunque si es verdad que en menor medida.
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